Queridos feligreses:

Hemos comenzado el tiempo Ordinario en la liturgia, un tiempo largo, muy fundamental porque vamos a acompañar a Jesús en los tres años de vida pública junto con sus discípulos. Igual que ellos, vamos a vivir sus milagros, vamos a oir sus enseñanzas y nos vamos a llenar de su Espíritu y de la Buena Noticia: El Reino de Dios ha llegado ya.

Es un tiempo precioso de IR CON JESÚS día a día para que se llene nuestro corazón de alegría.

Es importante leer el Evangelio cada día, subrayar lo que NOS DICE EL SEÑOR HOY y meditar eso mismo en intimidad con el Señor unos minutos.

Es fundamental estar en ALGÚN GRUPO DE LA PARROQUIA para crecer en la FE, en la COMUNIÓN y COMO PUEBLO DEL SEÑOR.

Recordamos que el viernes es un día de penitencia, DE CONVERSIÓN de cara a la Pascua, al Domingo, día del Señor, que nos ayudará a desinstalarnos y buscar al Señor que nos AMA y da cada día SU VIDA POR NOSOTROS.

El sábado, día de Maria, nuestra madre, para vivir su maternidad en mi vida y el Domingo, día de la Resurrección, la muerte ha sido vencida y se nos da la posibilidad de permanecer en el Señor y en medio de nuestros pecados, nuestras debilidades y los acontecimientos del día a día DE VIVIR EN PAZ Y ALEGRIA.

¡Ánimo! “Esto es mi Cuerpo que se entrega por vosotros”, dice Jesucristo.

Que el tiempo Ordinario nos haga descubrir lo que el Señor está haciendo en nuestra vida, pues ESTÁ VIVO Y SE INTERESA POR NOSOTROS.

Juan Antonio