Existe también un equipo en la parroquia que de forma periódica va, o bien a visitar y ayudar al enfermo, o bien a darle la comunión y ayudarle espiritualmente.

Es muy importante que no haya ningún cristiano que por enfermedad se vea privado de la ayuda de su parroquia en ningún sentido.

Cualquier persona que se sienta sola en la enfermedad o necesite cualquier tipo de ayuda que no dude en llamar a la parroquia para solicitar este servicio. La realidad de la enfermedad todos, en alguna medida, la hemos experimentado.